martes, 13 de diciembre de 2011

E. Delacroix - boda judía en Marruecos

39 años
Al parecer en febrero de 1932 Delacroix asistió a una boda judía, gracias a su amistad con la familia de un tal Abraham-ben-Chimol. En su propio diario menciona el hecho de éste modo :
“Moros y judíos a la entrada de la casa- va anotando -. Los dos músicos. El violín y el dedo pulgar del violinista destacándose en la luz, mientras que el dorso de la otra mano quedaba muy en la sombra. Claridad detras de la figura; transparencia en distintos sitios: las mangas blancas, y sombra en el fondo. El violinista sentado sobre sus talones, oscuridad en la parte baja. La funda de la guitarra sobre las rodillas del tocador, muy oscuro hasta la cintura del guitarrista, luego se destacaba su chaleco rojo con adornos marrones, azul el fondo, detrás del cuello. Una sombra causada por el brazo izquierdo sobre la rodilla. Las mangas de las camisas arremangadas de manera que dejan ver los biceps. Una verruga en el cuello, la nariz corta”.
Bueno, como veis es bastante detallista, llega a anotar hasta  una verruga en el cuello...... A pesar de todo el cuadro lo pintó en 1837, o sea casi 5 años después de llevar a cabo estas anotaciones, y lo presentó a otro Salón, éste el de 1841. También lo adquirió Luis Felipe y también lo donó al Luxemburgo. Es, como veis, una escena también orientalista, y vuelve a jugar con el rojo y el verde, éste último un poco obligado por ser un color muy frecuente en la arquitectura y decoración marroquíes ;no tiene, ni mucho menos la finura y sutileza de mujeres de Argel, incluso su pincelada es algo más borrosa y opaca, algo sucia, pero tiene una sola cosa que salva toda la escena con sus numerosos y variados personajes, y es la maravillosa luz cenital que transforma el patio en un lugar agradabilísimo lleno de alegría y de fiesta, y eso sin que haya ningún personaje central , ni siquiera los novios, o quizá si esté la novia a a la izquierda sentada, es igual, la luz cayendo a raudales al centro del patio comienza a dar vida a cada postura, cada escorzo, cada mirada, cada acción, y establece un juego de sombras para cada contorno, cada rincón, cada figura.....

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